Ladrillo Caravista. En esta sección hablaremos de otro aspecto de la rehabilitación de fachadas, vamos a hablar, del paramento realizado, por medio de este material, el ladrillo caravista, el cual se puede fabricar para ser utilizado sin ningún tipo de recubrimiento, ya bien sea para el exterior como para un interior. Se pueden llegar a encontrar de diversos tamaños, texturas y colores, sobre todo, en función de los materiales y aditivos que se empleen. El ladrillo caravista, puede ser utilizado, no solo con una función decorativa, si no que puede ser también utilizado, para que cumpla un papel estructural.

Este tipo de material, tiene unas características y propiedades que hacen del un buen elemento que resiste al paso del tiempo, y que a demás, su mantenimiento es más reducido si lo comparamos a un recubrimiento de mortero o revestimiento, además de tener propiedades térmicas y acústicas.

No obstante, el ladrillo caravista, es objeto de una conclusión errónea por parte de muchos usuarios y/o propietarios, ya que el hecho de que como ya se ha dicho, sea un elemento resistente y con mantenimiento reducido, no significa que el mismo sea nulo, ya que este, puede sufrir también un deterioro con el paso del tiempo.

 

Como se puede observar en las fotografías, el cara vista puede resultar gravemente afectado por la humedad, agentes externos polutivos, así como el enmohecimiento y desconchados por debilitación, por lo que se acaba necesitando sustituir las losetas dañadas para posteriormente tratarlas con un barniz impermeabilizante, o hidrófugo. Al dañarse, el ladrillo permite la entrada de humedad y lluvia a la base del mismo, debilitando su estructura, así como del resto de paramentos a los que dé paso sus diferentes fisuras.

 

El tratamiento para mantener el ladrillo, suele ser, primeramente, una aplicación de limpieza, ya bien sean por medio de cepillos, de forma manual, o bien por medio de aplicar chorro de agua con productos desincrustantes. Una vez realizada la limpieza, se debe de aplicar una protección para el ladrillo, como por ejemplo, cualquier tipo de barniz, al agua o al disolvente, según la aplicación y el método, ya bien sean en brillo, semi o mate. Estos suelen ser aplicados a pincel, brocha o rodillo, con lo que se queda protegida la cara “vista” del ladrillo, pero no suele aplicarse a las juntas del mortero, pues su aplicación, con estos medios, resultaría mas cara, por tener que repasar todas las juntas de manera minuciosa.

A opinión de Artes rehabilitaciones, para hacer una rehabilitación de fachadas que contengan este tipo de material, las juntas son un elemento a tener en cuenta, pues debido a una junta mal cuidada o mantenida, podría facilitar la filtración a través de ella, ya bien fuera porque existen fisuraciones, o simplemente, porque el paso del tiempo ha desgastado las uniones, tal y como muestran las fotografías, por lo que habría que proceder a rejuntar con un mortero, el paramento para asegurarnos de que no valla a filtrar por las mismas.

 

Para finalizar, recomendaría una aplicación de un producto consolidante e hidrófugo, aplicado a pistola, pues este tipo de material, permite contemplar la belleza del ladrillo natural, una vez limpiado, ya que este es incoloro, teniendo el mismo, al ser hidrófugo, un efecto perlante, pues repele el agua de la fachada, el cual, al aplicarlo a pistola, sin ningún problema llega a hidrofugar las juntas del ladrillo.

Si la propiedad donde vive está pensando en hacer algún tipo de Rehabilitación de fachadas para subsanar un mal como este, no dude en ponerse en contacto con Artes Rehabilitaciones e Impermeabilizaciones y un técnico le visitará sin ningún compromiso.